No es país para yankees

Ni lo fue ni parece que lo sea. El jinete de Marlboro, el payaso de la risa, ese león que tanto ruge... lo van a tener complicado para conseguir un visado de entrada a Corea del Norte.
Hace ya más de 60 años que el conflicto que dividió a la península coreana terminó y los amigos del norte no parecen querer dejar sanar y cerrar la herida. Creo que a estas alturas ya estamos todos acostumbrados a noticias ridículas provenientes de Corea del Norte, pero la crudeza de la siguiente propaganda deja más expuesto si cabe su irracional comportamiento.
Espero el día en el que traten de enseñar al mundo alguna propaganda de por qué vivir en Corea de Norte.


Los deportes en Corea




Muchos me preguntan, ¿y a qué juegan allí? Mucho taekwondo, ¿no? Conocidos son sus juegos olímpicos del 88 (Seúl '88. Desde entonces, por cierto, el taekwondo es deporte olímpico. Por si te cae en el Trivial) y su victoria ante España en aquel fatídico mundial de Corea-Japón del 2002. Pero además de saber coordinarse cual gif (que conste que no siempre es así), en Corea lo que de verdad mueve masas es en béisbol y el fútbol, los dos deportes de masas por excelencia en el país. 

El béisbol, introducido por misionarios americanos a principios de siglo XX y un vestigio más de la fuerte influencia yanki en la península coreana. Su liga, la KBL, es junto con la de Japón y EEUU, la más competitiva del mundo. Prueba de ello es que el equipo de baseball coreano se llevó la medalla de oro en los JJOO de Pekín 2008.

El fútbol merece un episodio a parte. La K-League (de Korean Professional Football League, claro) nace hace escasos 30 años, con sólo cinco equipos. Para sorna de algunos, entre los equipos que la inauguraron están el Hallellujah FC, los Yukong Elephants o los POSCO Dolphins. No son pokémon, son equipos de fútbol.
En la actualidad hay 14 equipos en la primera división coreana, propiedad en la mayoría de los casos de las chaebol (los grandes conglomerados empresariales surcoreanos): Samsung, SK Group, LG o Hyunday. La segunda división es muy nueva. Tan nueva, que se juega en este año 2013 por vez primera.

Pero si hay algo curioso en el fútbol coreano, es el ambiente en los partidos. Los estadios, proyectados casi en exclusiva para el Mundial del 2002, quedan salpicados por espectadores que apenas llegan a ocupar un tercio de su capacidad. La fiesta del fútbol que vivimos en Europa o Latinoamérica, se traduce en Corea en una fiesta donde los cánticos se suceden a modo de karaoke y unas bailarinas al más puro estilo K-Pop bailan constantemente de cara al público.


Siempre hay un hueco para el Vuvuzela Time

FC Seoul jugando en casa

Para el que no se sepa la letra: ohohohoh-oh! ohohohoh-oh!

¿Cuánta gente escapa de Corea del Norte cada año?

Se preguntarán algunos. A raíz del estremecedor testimonio de una refugiada de Corea del Norte en el plató de TED, decidí perderme un poco por la red en busca de otros testimonios. Acabé en la página del  Ministerio de Unificación (ente surcoreano destinado a lo que estáis pensando) donde he encontrado varias listas y cifras sobre visitas a la frontera, intercambios económicos y hasta reuniones de familiares tras varios años divididos.

Entre los datos más impactantes, están el número de refugiados norcoreanos que han logrado atravesar la frontera con Corea del Sur, el número de trabajadores en el que ya famosa ciudad fronteriza y complejo industrial Kaeseong (GIC) y las veces que ambos países han mantenido contacto a nivel estatal por temas de distinta índole.
Es curioso comprobar cómo más mujeres que hombres han logrado cruzar la frontera de Corea del Sur, cómo el número de refugiados de norcoreanos sigue una clara tendencia alcista o de qué manera se van enfriando las relaciones entre ambos países tras los recientes desastres de Yeonpyeong y las amenazas de estas últimas semanas.






¡Vuelve PSY!


¡Vuelve PSY!, gritarán unos, llenos de alegría y revolcados en regocijo. ¡Vuelve PSY!, se lamentarán otros, aturdidos por el incansable ataque del Gangnam Style. Guste o no guste, el rapero coreano vuelve a batir un récord: en apenas 48 horas más de 60 millones de visitas en YouTube. Y mientras escribo estas líneas, la cifra supera ya los 90 millones.

Pero más allá de la canción en sí, me gustaría detenerme en las imágenes del vídeo. Si bien alguien que no ha estado allí puede no resultarle interesante, los que hayan vivido o visita la ciudad saben de lo que hablo:

El vídeo empieza con la típica calle coreana, con sus caóticos postes de luz y un filtro de imagen que bien consigue retratar el color de Seúl. Hacia el 2:48 puede verse a PSY bailando sobre alguno de los numerosos puentes que atraviesan el río Han de Seúl.
En el 1:28 se aprecia uno de los gestos más típicos entre las mujeres, la que denominé en su momento como la 'risa tapada', que no es si no un gesto de educación al no enseñar los dientes en un momento de vergüenza o risa. Diez segundos después, y de nuevo en territorio femenino, el claro prototipo de coreana de ojos operados; engrandecidos con el simple objetivo de asemejarse al ojo occidental.
La escena de la carpa (1:49) me hizo recordar a la feria local de Wonju (y en general a cualquier feria o fiesta local del país) donde no ha faltado incluir las botellitas de soju, una botella de la mítica cerveza de 1,5l Dry Finish de Hite o la chica comiendo tteokbokki (o "topokki" para los amigos, ese suerte de macarrones de arroz en salsa roja).

Lo que musicalmente es un producto de masas, vuelve, en mi opinión, a apoyarse en los mismos giros y estructura que su predecesora, baile incluído. No irás ahora a decirme que el baile de "Gentleman" no se parece al del caballito. Sea como fuere, el hombre de las caras sí que sabe moverse delante de la cámara y rodearse como procede en todos sus vídeos.


Menos lobos, Kim Jong un



Si algo tiene de bueno la era de la información en la que estamos inmersos es la inmediatez con la que recibimos noticias, aunque sean una consecuencia de una férrea competencia online y en no pocas ocasiones se inflen sus contenidos y se tiñan sus líneas de un rojo alarmista. En 2011 comprobé como el Egipto de Mubarak no era ni de lejos como lo pintaban los medios de comunicación. Ahora, en 2013, vuelvo a echar mano de los verdaderos corresponsales: la población local.
A raíz de los presentes acontecimientos en la península coreano, contacté con mis antiguos compañeros de la University of Seoul. La muestra está compuesta por estudiantes, dos asalariados y otros dos realizando actualmente el servicio militar.
La reacción es siempre la misma: bullshit. A excepción de una mayor presencia policial en las calles de Seúl, los ánimos están igual de calmados que cuando el incidente de la isla de Yeonpyeong en diciembre del 2010. ¡Y eso que aquel entonces hubo víctimas mortales! Los surcoreanos llevan aguantando amenazas y tentativas de este tipo desde que concluyera la guerra de Corea. Varias generaciones de kimchi han sido fermentadas desde 1953. Sí es cierto que el fin del único acuerdo económico entre ambas Coreas, el complejo industrial de Kaesong, levanta no pocas dudas al ser un 'movimiento' nunca antes visto por parte del gobierno norcoreano. Algunos estudiantes internacionales que pasan este cuatrimestre en Seúl han decidido poner tierra de por 'miedo' al ritmo de PSY, como algunos de la propia University of Seoul.
Pero en general las demostraciones de virilidad y poderío de Kim Jong un sólo provocan exasperación, pena por el pueblo norcoreano y más de un "hijo de la grandísima", dicho de una manera más local.


Las clasezzzzz de la universidad

Esta foto es real y no, no es que los libros estén escritos en letra pequeña.

Las clases de la universidad en Corea se diferencian de las del resto del mundo por una simple y graciosa paradoja: la asistencia es obligatoria y muchos estudiantes se duermen durante la clase. Un delegado o delegada del curso se encarga de pasar lista al comienzo de la clase mientras el profesor prepara la presentación. La señal de asistencia se completa por un "nee" ("sí") al oír tu nombre y apellido. Muchos no contestan. Y es que, amigos, los madrugones para llegar a tiempo a clase tienen sus consecuencias. Que se lo digan a Morfeo.

Al margen de este pequeño aunque verídico suceso, una clase de universidad no dista mucho de lo que estamos acostumbrados a tener en España y en muchas otras universidades. Eso sí, a los extranjeros, al menos en la UOS, nos tenían muy mimados y no he conocido a nadie que haya suspendido habiendo asistido a las clases, expuesto la pertinente presentación y presentado al examen parcial y final.

El diseño de las asignaturas son bien parecidas, clases de 1h a 1h30, con presentaciones a lo largo del cuatrimestre, un examen parcial o midterm a mediados del curso y un importante peso en la nota final por la participación. La gran mayoría de los que vayáis a Corea a estudiar será para acudir a asignaturas impartidas en inglés. En este caso, viviréis en vuestras propias carnes la timidez coreana cuando el profesor lanza preguntas a los estudiantes. Oiréis algo así como el ruido del viento empujando una grande y rodadora bola de paja por el lejano Oeste. Acto seguido, un estudiante no coreano y seguramente no asiático levantará la mano y contestará la pregunta. No quiero generalizar, pero generalmente es así.

Otra cosa curiosa. Los profesores siempre presentan las reglas del curso el primer día de clase. Entre esas reglas, además de las ya mencionadas sobre no planchar la oreja en clase o tratar de mantenerse activo, está la del "begging is not allowed". Esto quiere decir que la nota final que aparezca en el expediente no es negociable y por tanto no será admitida ninguna queja/reclamación/orden firmada por el juez para cambiar la nota. Los profesores son realmente insistentes en este punto y tras preguntas a varios estudiantes coreanos, la respuesta era: "bueno, pero es que más de la mitad de la clase hará cola en el despacho del profesor para conseguir aprobar".

University of Seoul: campus, fotos y escondites

O Seoul Sirip-dae, o UOS  o 서울시립대학교por si estás emocionado porque ya sabes leer.
Es una de las pocas universidades públicas de Corea y a menudo confundida con la Seoul National University. En la práctica no sé, pero los rankings las sitúan a mucha distancia la una de la otra.
La University of Seoul se diferencia del resto en que los estudiantes que pueblan sus aulas han recibido una beca para entrar o no tienen que pagar el total de la matrícula al alcanzar un buen expediente en el colegio y que deben mantener durante la universidad.
Los alumnos son bastante competitivos por ello y la biblioteca más bien parece un centro social.

ACCESO
Para ubicarla en Seúl, está en el distrito de Dongdaemun y a unos 20-25 del City Hall o el gran Lotte Hotel del centro. Tiene dos paradas de metro cercanas, Hoegi y la impronunciable Cheongnyangni. Ambas están a unos 15-20 minutos de la residencia.
No está en la mejor ubicación, pero el barrio que ocupa, al ser bastante popular, abarata bastante los precios de comercios y restaurantes de los alrededores.

RESIDENCIA
Mención aparte recibe la resi de la University of Seoul. Está dividida en dos bloques: Student Dormitory y International House. En el primero la habitación se comparte así como el baño y en el caso de la IH, se trata de apartamentos para cuatro estudiantes, con salón y dos baños. Por esto y por el váter tecnológico, merece la pena reservar en la International House. Los precios van de 400 a 500€ por cuatro meses de estancia en el Student Dormitory y la International House, respectivamente. Un chollo, vamos.
Además, el complejo tiene gimnasio, restaurante, convenience store y lavanderías.
El año que estuve (2012/2013) pusieron un toque de queda y de 1 a 5 de la mañana, la residencia permanece cerrada tanto para entrar como para salir. Si decides violar alguna norma, hacer el cafre o entrar y salir en las "horas prohibidas", pierdes puntos. Esta política parece un standard en todo en las universidades de todo el país.
Ah, y siguiendo la moral coreana, hombres por un lado y mujeres por el otro.

EL CAMPUS
Es un campus recogidito, como una suerte de ciudad univesitaria con restaurantes (dos de ellos occidentales, para los alérgicos a lo coreano), centro deportivo, cafeterías, bibliotecas, tiendas, correos, convenience stores, campos de fútbol, ...
Por las mañanas, unos altavoces colocados por todo el paseo central se encargan de desperezar al personal con música k-popiana.

LA BIBLIOTECA
El templo del estudiante coreano y segunda vivienda de mucha gente. Ataviados con sus libros y cafés, los coreanos van más allá y alguno se medio muda con las zapatillas de andar por casa, cepillo de dientes, almohadas y mantas, comida para aguantar casi una semana y todavía más bebida energética.
Existen salas de relax, destinadas únicamente al público femenino, con literas y sofás cama. A los hombres, por remedio o necesidad, les va más la posición de brazos en cruz y a sobar mesa.

LAS CLASES
Sin mucha variedad con respecto a las que estamos acostumbrados a ver en occidente. Puedo hablar por las que he visto (Business, Derecho y Arquitectura) y son muy fans de la clase en pendiente o modo anfiteatro.

Lo mejor: el restaurante WEB burguer para darte un homenaje con menús de siquiera 3 pavos, el campo de fútbol, el parque del laguito, las salas de ensayo de grupos (sólo tienes que ir al sótano del edificio Student Hall y entrar en cualquier de las habitaciones con muchas pegatinas en la puerta; guitarras, baterías, micros, bajos y pianos a disposición de cualquiera para tocar un poco ;)
Lo peor: la conexión wifi en algunos puntos del campus y que la residencia NO está equipada con cocina.

Para que le pongas cara a la University of Seoul, aquí van algunas instantáneas del campus y residencia que he ido recogiendo de aquí y de allá.. Gracias sobre todo a Ana y a las magníficas instantáneas de Radek Tobolka.


Main gate - Entrada principal al campus

Una clase tipo en la UOS

Gimnasio de la residencia

Comedor principial en del Student Hall. Trata de evitarlo
La sala de siesta de la biblioteca. Only for women 

Mítico tablón de anuncio que te recuerda lo poco que sabes de coreano


Tus únicos utensilios de cocina durante el cuatrimestre: microondas y agua caliente

Main field

En Seúl nieva, y lo hace con ganas. Paseo principal del campus

Habitación tipo residencia (Student Dormitory)

12.00, hora punta en el Student Hall: colas para el ticket de la comida

Alrededores de la uni: estación de Cheongnyangni

Para nostálgicos de la cocina occidental: el McDonalds de la University of Seoul

Alrededores de la uni: de camino a la estación de Hoegi. Esencia seuliana

Quince cosas que deberías saber antes de comer en Corea

Queridos estómagos y estómagas, Corea puede cambiaros la vida. Y también el metabolismo.
Me dispongo a, en pocas líneas, cambiaros la cubertería y reparar vuestras papilas gustativas.

  1. En Corea (casi) todo pica: desde el kimchi hasta las salsas de los deliciosos muslitos de pollo fritos. Muchos adelgazan o, lo que es más común, acabas entrenando la lengua de tal manera que el chili o el tabasco acaban sabiendo a dulce de leche.
  2. En Corea no se usa ni tenedor ni cuchillo. En los restaurantes encontrarás únicamente palillos y cucharas. No busques más y si pides un tenedor obtendrás un NO al más puro estilo coreano.
  3. La comida coreana es barata. La cuenta típica en un restaurante coreano oscila entre los 4000 y los 9000 (2,50€ a 6€).
  4. Un plato coreano nunca viene solo. La prueba, la foto de la derecha. 
  5. Volviendo a la foto, el plato principal son esos grandes cuencos metálicos. El resto de los platitos que se ven, llamados banchan, suelen ser verduritas, pescado frito, soja, tteokbokki y por supuesto kimchi.
  6. Los banchan son gratuitos y puedes pedirlos las veces que quieras sin coste adicional.
  7. La comida callejera, como en la mayoría de Asia, está a la orden del día.
  8. No busques pan, porque no hay. Lo encontrarás en formato pan de molde, pero más dulce que al que estamos acostumbrados en España.
  9. Echarás de menos los muslitos de pollo al estilo KFC. La combinación de pollo + cerveza es una de las cenas típicas entre amigos y pre-festivas. Muchos restaurantes tienen ofertas tipo all-you-can-it con el pollo. Cuesta creer que haya tanto pollo en tan poco territorio.

    Lo sentimos, Minji no va incluída.
  10. Otra comida muy típica cuando hay mucha gente, y posiblemente la más famosa entre los occidentales, es la barbacoa coreana (bulgogi). Es toda una experiencia: cada mesa va equipada con una campana extractora y, en el medio, un fuego sobre el que se asienta una gran sartén donde cocinaremos nosotros mismos la carne. Además de la carne, se sirven los ya citados banchan, cuencos de arroz, lechuga, ajo picado, cebollita y distintas salsas de soja. Todo un manjar por apenas 8-10€ por barba. Un ejemplo gráfico:

                                    
  11. En muchos restaurantes encontrarás máquinas de café gratuitas. A gusto y abuso del consumidor.
  12. Comer es uno de los placeres de los coreanos. Verás restaurantes por todas partes
  13. Un claro signo de la modernidad coreana es que en la gran mayoría de restaurantes podrás pagar con tarjeta, incluso aunque parezca que los dueños tengan pinta de no saber ni lo que es un código PIN.
  14. En Corea no se deja propina. ¡Correrán detrás tuyo para devolvértela!
  15. Por último, y como mención especial, hablaré de lo que me alimentó durante mis periodos de exámenes así como en los amaneceres post-festivos. En Corea hay una fuerte cultura por la comida de microondas y de agua caliente. Las llamadas 'convenience store' como 7Eleven, CVs o GS25 (una suerte de tiendas 24h) tienen todo tipo de tallarines (ra myeon), hamburguesas de microondas, arroz con kimchi/pollo/gambas/pulpo, etc. Creedme cuando os digo que te sacan de un apuro pues en 2 minutos estás comiendo y algunos productos (especialmente los tallarines) ¡están deliciosos!
Pequeña selección de ra myeon